El árbol genealógico es una herramienta muy importante en BioNeuroEmoción por eso es interesante contar con los datos de la familia de la persona hasta bisabuelos, es decir, nietos, hijos, padres, abuelos, bisabuelos y pareja, incluso padres de la pareja, con fechas de nacimiento y fallecimiento e incluso abortos. Estos últimos son importantes, ya que suelen haber duelos no hechos o duelos bloqueados por parte de los padres.
Cuanta más amplia sea la información del árbol, más nos facilitará el proceso, así como fechas de tíos, hermanos de abuelos e incluso de bisabuelos, e información como profesiones y dramas o accidentes importantes sucedidos en el núcleo familiar, cómo han sido los fallecimientos y con qué edad.
Básicamente con hijos, pareja y sus padres, hermanos, padres, abuelos y bisabuelos ya tenemos información suficiente para empezar. Es fundamental preguntar a los familiares por estas fechas aunque la relación no sea muy buena con ellos. El simple hecho de preguntar, ya se está haciendo que la familia se mueva y que empiece haber algún cambio, muchas veces surgen secretos simplemente con el trabajo inicial de recogida de información.
Es importante intentar conseguir las fechas, tanto en registros de nacimiento, bautismo, defunción… pero no es totalmente indispensable para someterse a una sesión de biodescodificación pues contamos con herramientas que nos ayudan en la investigación del inconsciente.
También es interesante saber:
-Si ha habido algún aborto, muerte de un niño o fallecimiento dramático o inesperado.
-El orden de los hermanos. (A veces no se tienen en cuenta los hermanos fallecidos tempranamente o los abortos).
-La profesión, hobbys, vivencias importantes de cada familiar.
-En general cualquier hecho que pueda haberse vivido con intensidad que pueden tener que ver con dinero, sexualidad, injusticia o deshonra de algún tipo. Estos hechos pueden ser asesinatos dentro de la familia, suicidios inesperados, accidentes, enfermedades, eventos que ensucian la imagen familiar, herencias, robos, ruinas, violaciones, incestos, hijos con retraso mental, abortos provocados o no, hijos ilegítimos, abandonos, vivencias de fracaso o vergüenza …
La mayor parte de las veces estos momentos vividos con dramatismo provocan tanto dolor que queremos borrarlos de nuestra memoria, o tanta vergüenza que queremos ocultarlos, hacer como si nunca hubieran ocurrido. Pero como sabemos, no ocurre nada que no tenga como fin aportarnos un aprendizaje, una toma de consciencia. Así que estos eventos, aunque sean silenciados u ocultados se transmiten involuntariamente al inconsciente de los hijos actuando así como un boomberang que golpea precisamente a quien más se quiere proteger con el silencio.